Noticias literarias. Encuentros. Propuestas. Textos y novedades del ciclo Zona de Poetas/ Oficina del Libro/ Municipalidad de Tres de Febrero
miércoles, 31 de octubre de 2018
lunes, 29 de octubre de 2018
Agenden
El Festival de No Ficción Basado en Hechos Reales (#BaHR) es un encuentro gratuito de tres días de duración para leer, mirar, pensar y experimentar las distintas formas de la no ficción.
1 - 2 y 3 de noviembre. Programa completo en:
http://basadoenhechosreales.com.ar/
José Ingenieros, tributo
El sábado 3 de noviembre, desde las 18,
en el ciclo ZONA DE POETAS,
coordinado por Gustavo D´Orazio.
SUBSECRETARIA DE CULTURA DE TRES DE FEBRERO, V. GOMEZ 4726, CASEROS.
martes, 23 de octubre de 2018
Aclaración
Los trabajos de asistentes a la Clínica de No-ficción
fueron publicados respetando estilo
y recursos expresivos de sus autores.
Gracias por asistir al taller.
Llega la despedida
Todo lo que nace y se desarrolla
encuentra un punto culminante.
También su tramo de asentamiento y fin.
El Ciclo #ZONADEPOETAS
se despide el sábado 3 de noviembre, a las 18, en V. Gómez 4726, Caseros. @Municipalidad3F. Gracias #Cultura3F. Entrada libre.
Habrá lecturas, autores y sorpresas.
Crónica de Marta Sosa
La Escuela en llamas
Mónica
tomó su cámara. Eran las tres de la madrugada. El terror se apoderó de mí. Ella
sin saberlo estaba registrando la realidad: la escuela envuelta en llamas. Se
escucharon las sirenas de los bomberos irrumpiendo en el silencio de
la noche, de aquella macabra noche en que los fantasmas danzaban con sus sábanas
enrojecidas por el fuego. En ese 19 de mayo del 2004, sepultado quedaría bajo
las hordas de humo, todo un pasado, toda su historia, los registros de los
alumnos, los materiales de computación y de estudio, la biblioteca, los
alimentos del comedor. El setenta por ciento del inmueble quedó destruido a
pesar de haber concurrido inmediatamente al lugar 20 dotaciones de bomberos y
personal de defensa civil. Recién a las 8 de la mañana pudo ser extinguido el
fuego.
Desde 1917,
la Escuela 7 Aviador Pedro Zanni formaba
parte de un tríptico cultural. Alrededor de la plaza, se levantaba la Parroquia
San José Obrero, la Escuela San Francisco Javier y ella, la escuela de los más
pobres. Su historia estaba enraizada en los anales del barrio como lo estaban
las ramas de los árboles que daban a su frente, como lo estaban las crónicas
cotidianas de gente humilde, como lo estaban los momentos maravillosos que por
sus aulas vivieron varias generaciones. Los niños no se preguntaban porque
llevaba ese nombre, escondido en el enunciado que exaltaba al número, por eso
todos la llamaban Escuela 7. Pero en realidad, cuando fue fundada, en los
registros se estableció hacer honor a uno de los héroes de la aviación oriundo
de Pehuajó que nació a fines del siglo XIX y marco junto con el nuevo siglo,
los parámetros de la historia. Esa que subyace en los nombres de aquellos
hombres que quedaron ocultos por el progreso y el avance de los tiempos. Pedro
Leandro Zanni, el aviador, aposición que le valió por desarrollar toda su
actividad en la Fuerza Aérea Argentina y por unir extremos distantes surcando
el aire. Aquel hombre que llegó a ser Teniente del Regimiento dos de Artillería
Montada con asiento en Campo de Mayo. Aquel que no desfalleció en su intento de
volar a pesar de haber sido el protagonista de un terrible accidente que le ocasionó
lesiones leves al caer de 40
metros de altura y quien en 1913 obtuvo el brevet Número
4 de aviador militar en la primera promoción de aviadores del Ejército. Yo
también ignoraba ese nombre hasta el día que lo vi escrito en los diarios de la
mañana.
............................................
La escuela emplazada en la esquina de Spandonari
y Parodi perteneciente a la localidad de Caseros, se ubica casi en el límite
con Palomar. Es un lugar que obra en forma bastante autónoma ya que allí se
halla todo: la salita de primeros auxilios número 8, el colegios San Francisco
Javier, la Iglesia San José Obrero que depende del obispado de San Martín, el
Museo Parodi, centro cultural municipal, en el que funcionan distintos talleres
para el vecindario y recuerda al escultor que gentilmente donó su casa para que
el arte floreciera lejos del centro. Pero este artista que nació en 1898 y
murió en 1970, no sólo dejó un inmueble al pueblo de Caseros sino también una
colección de obras de importantes dimensiones trabajadas en yeso y otros
materiales que encierran un valor en formas y espíritu. En el museo se puede
apreciar un cuadro en el que aparecen dos labradores sobre la tierra y esta sería
la primera imagen del descampado con dos construcciones de madera de la plaza
Juan Domingo Perón.
El lugar es como un enclave dentro de la
localidad de Tres de Febrero al que se
le conocer con el nombre de Villa Matheu. La Escuela fue el albergue de los
niños que encontraban a diario un plato de comida que con calidez preparaban
sus porteras, a las que se les escurría casi siempre un abrazo maternal para
consolar tanta niñez desorientada, falta de afecto y cuidado. Por eso aquella
noche fue de terror para los alumnos que veían peligrar su sustento. La escuela
obraba de madre, era como la personificación de la contención, con sus techos a
dos aguas de tejas rojas y sus paredes blancas combinadas con ventanas verdes
siempre estaba en perfectas condiciones. Era antigua. Y en los tiempos en que
la crisis extendía aún más sus tentáculos sobre los hogares pobres, ella rescataba
no solo a los niños sino también a sus familias otorgando la vianda de la
noche. Era el estado el que se ocupaba de su mantenimiento. La escuela contaba
con 17 aulas de las cuales 14 quedaron completamente destruidas. Al momento del
incendio el municipio se encontraba realizando mejoras edilicias como lo hacía
todos los años. Por eso se incendió, o
mejor dicho porque un joven había osado tirar un fósforo sobre los contenedores
que se encontraban en la puerta cargados de membrana para impermeabilizar sus
techos. Tal vez agobiado por los recuerdos de su infancia o por los efectos del
alcohol, o por sentirse desplazado del sistema, cometió el crimen sin medir las
consecuencias.
Transcurrían
los minutos y la desesperación aumentaba. Los vidrios se derretían y algunas
paredes cedieron, la madera de los techos crujía por efecto también del
siniestro. Era el ruido del espanto que nos asaltó durante mucho tiempo cuando
intentábamos dormir y la casa quedaba en silencio, nuestra memoria auditiva nos
perseguía como invalidando la quietud. Por otro lado celebramos más de una vez
que la casa se haya salvado pese a la proximidad.
...........................................
Muchos se
preguntaban cómo pudo el fuego del contenedor llegar al edificio. Un testigo
afirmo que las llamaradas eran tan altas que alcanzaron primero la madera que
estaba bajo las tejas mientras un joven salió a toda carrera por la calle
lateral. Después se sumaron distintas versiones. Todos querían opinar. Para
algunos el incendio había sido intencional pero esto nunca se llegó a
verificar. Yo me conmoví por el llanto de los niños que corrieron para ver el
siniestro, sus ojitos pegados por el sueño pero comprendiendo la triste
realidad que acontecía. No hacía frío y Mónica seguía en la terraza mientras
subían a su encuentro algunos periodistas que ya estaban en el lugar. Ella
tenía el material necesario que al otro día se exhibiría en la televisión.
Mónica se sintió orgullosa, era la protagonista de un hecho que interrumpió la
monotonía de sus días, de esos días que se suceden aburridos y nos hacen cargar con el
peso de la rutina. Pero después de un rato comprendió la magnitud de la
tragedia y allí comenzó a llorar. Esa noche muchos lloraban por la antigua
escuela, por ese pedazo de vida que se iba diluyendo junto con todo lo que
ardía a su paso sin dejar más que un cúmulo de cenizas y materiales inútiles. Y
lo más lamentable era que ardía el álbum de fotografías que con tanto orgullo
la escuela mostraba en cada acto público sin dejar testimonio de su creación,
eventos, directores, maestros y vecinos que pasaron por sus aulas .Luego con el
correr de los días solo algunos recuerdos permanecieron encerrados en nuestras
mentes. Y la escuela se transformó pronto en otra, más moderna, más funcional
porque el estado respondió inmediatamente a su restitución, ya que existía un
fondo de financiamiento internacional para estas circunstancias. Esto fue bueno
para los pequeños alumnos que se encontraron en un ambiente nuevo, pero los
viejos egresados lamentaban porque la escuela había perdido su antigua
fisonomía que evocaba a otros estilos como ser: sus baldosas coloridas en el
patio, los pisos de madera con olor a cera, los muros anchos, sus aulas espaciosas,
el escenario de base crujiente, los cortinados rojos que acumulaban tierra pero
que se desplegaban con ferviente entusiasmo ante cada obra que sus alumnos
interpretaban.
La noche se
fue escurriendo y distintos pájaros surcaron el aire de la plaza, mayo
amortizado por la persistencia del calor del verano nos regalaba el nuevo día.
Había tristeza en el barrio, no se hablaba de otro tema. Pero las tragedias
unen a los hombres que no saben hacerlo en épocas de felicidad. A veces
pensamos que estamos solo, pero siempre estamos juntos aunque poco intercambio
de palabras tengamos en lo cotidiano y allí desde el dolor surge la cura mágica
que es la solidaridad. La mano del otro se extendió con la fuerza de un volcán,
imprescindible mano para seguir andando. Los humanos somos tan extraños,
llevamos el mal y el bien con naturalidad. No somos arquetipos, somos solo eso,
humanos imperfectos que actúan de acuerdo a las circunstancia. Tal vez algunos
festejaron la derrota de aquel pedacito de barrio, pero para otros fue la
necesidad de socorrer a los niños lo que los motivo para actuar. Lo más
importante que ellos no se quedaría sin un lugar para recibir enseñanza y sin
un plato de comida para paliar el hambre, que como monstruo perverso acosa a
los niños pobres. Así fueron distribuidos, en los días sucesivos a distintas
organizaciones. Al colegio parroquial
San Francisco Javier especialmente los que concurrían al Jardín 926,
dependiente de la Escuela 7 y a los
clubes de barrio América y el Triunfo que debieron ser acondicionados para
recibir a los alumnos más grandes.
...........................................
Toda la comunidad respondió de alguna manera,
algunos con la oración, último consuelo de los desesperados; otros acogiendo en
sus establecimientos a los desterrado de su lugar de contención.
Mientras
atravieso la plaza voy reflexionando y recordando aquellos tiempos en estos
espacios que hoy me resultan tan ajenos pues deje de frecuentarlos y me detengo
un instante, golpeo, entro a la institución que volvió de las llamas y con gran
satisfacción veo la actividad escolar que allí se desarrolla hoy con nuevas caras
en un ambiente limpio y cuidado. Al alzar la mirada distinta placas conmemoran
el centenario de esta casa de estudios que se cumplió el año pasado pero me
conmueve sobre todo aquella frase de una de ellas que dice “Un siglo iluminando
caminos” y en realidad volviendo al espacio físico descubro que el espíritu de
la educación está más allá del aula y es el germen que fermenta cada vez que un
maestro esté dispuesto a dar ese conocimiento que permite a la nuevas
generaciones seguir adelante. Y comprendo que la escuela siete no murió aquella
noche de mayo.
Marta Sosa
Perfil de M.T. Dri, por Graciela Montenegro
Del silencio y los
muros, a la luz de las voces
Un
perfil de María Teresa Dri
“Al
jacarandá me lo poda un señor misionero. No cualquiera sabe hacerlo. Es
que si no, la rama me quita la luz. La luz es fundamental para mí”, me dice
desde su espaciosa cocina-comedor inundada por los rayos del sol de la tarde.
Toda su casa, que ella diseñó, está repleta de luz y colmada de bibliotecas. Es
un primer piso por escalera, que a pesar de sus ochenta y tres años, María
Teresa Dri, sube y baja con agilidad .
Mientras busca unos vasos y la jarra con
agua, me cuenta que cuando llegó a
Argentina se hospedó en diferentes pensiones hasta que descubrió este lugar en
Villa Bosch, donde vivía una pareja que había compartido con ella el exilio en
Francia. La terraza servía para
construir sobre ella. De a poco y con sus ahorros de cada mes fue haciendo cada
rincón. Cuidó de que en ellos hubiera luz a raudales y muy pocas paredes.
“Ya
demasiadas paredes y oscuridad hubo en la prisión y en el colegio La Inmaculada
Concepción de Lomas de Zamora, donde estuve pupila desde los nueve años hasta los veinte, cuando tomé los votos”.
“Yo quería ser perfecta y
lo único perfecto era ser santa porque para mi familia y mis creencias era lo
máximo y entonces hice el noviciado: primer año como postulante, dos de novicia
y después los votos”.
Su voz abandona los graves y se trepa
ascendente por una escala de sostenidos e inesperados silencios de fusa, cuando habla de esa que fue Sor Marie Francine, una
monja de los ’60 dedicada a la docencia.
Ejerció como maestra jardinera y directora
de escuela primaria. También condujo escuelas secundarias en Córdoba. Introdujo
cambios pedagógicos en esas instituciones al trabajar por áreas y desde el
arte.
La invade una cadencia desconocida que se le desparrama por el cuerpo cuando
recuerda el Cordobazo, el Concilio, los curas obreros, la movida en el seminario,
las panfleteadas políticas por la noche
y su posterior remoción de esas escuelas, para trasladarla a Buenos Aires
contra su voluntad. Su actividad social incomodaba. Frente a las imposiciones
decidió renunciar a sus cargos. “Son muchas cosas las que me motivaron a dejar
los hábitos, pero la realidad me marcaba otro camino”. y entonces me cuenta de su ida a Resistencia, ya como seglar. Allí se
reencontró con su hermano Rubén, que era
sacerdote y trabajó en zonas marginales.Alfabetizó
a campesinos, fue vendedora, administrativa. Es evidente que hizo otros votos,
con otros compromisos, pero a esos, nunca los dejó.
El sol de la tarde de Bosch le ilumina de
lleno los ojos celestes, que ahora tintinean.
Casi con el orgullo con el que supo
mostrarme sus malvones y su pequeño jardín aéreo, me presenta su biblioteca o
sus bibliotecas. Quizás toda su casa sean sus plantas, los libros y la luz que
empapa las pocas paredes. “Tuve que
aprovechar cada centímetro para poner mis libros y mis papeles”. Y Stravinsky
le hace marco a sus palabras encendidas, que contrastan con el habitual silencio
de María Teresa. Sus palabras conducen
por una casa poblada de libros y recalan en un estante especial en el que reposan, (quizás
sea una ilusión óptica) sus propios volúmenes. TODO ESTABA EN ORDEN , 1999, El Francotirador Ediciones, Bs. As.; EL
SILENCIO VA A MI LADO , 2000, Bs. As. Editorial Nueva Generación; SE
PRONUNCIA EL SILENCIO, 2002, Línea abierta editores, Bs. As; ESE ANDAR BUSCANDO , 2005, Ediciones
Patagonia ; MÁS ALLÁ DE LA PALABRA,
2008 Ediciones Patagonia ; LOS NOMBRES
O EL HIMNO SAGRADO DE LOS CUERPOS, 2010 Ediciones Patagonia; MÁS ALLÁ DEL ASOMBRO , 2014 Ediciones
Patagonia.
El ballet La consagración de la
primavera pareciera apimpollar la memoria o quizás el estar frente a los retoños, sea lo que le
hace recordar su génesis. “Después vinieron dos detenciones, la
persecución de la Triple A, un año en prisión, y el exilio primero en España y
luego en Francia, para regresar en 1986”.
Durante
todo el tiempo la escritura pobló de
manuscritos varias cajas con las que viajaba y que resguardó en silencio.
Un silencio que comenzó en el horror. En esa
concatenación de amaneceres grises¸ de exilios y desarraigos, de túneles negros
y sin salida, de miedo como norma, de noches asesinas, de espanto, de gritos
alejándose y preguntas invadiéndola, de
traiciones y cárceles, presentados como instantáneas, casi como dentelladas en
una recursividad de personajes que se desdoblan, se impregnan de una primera
persona, y se resuelven en biografías paralelas.
“Una cosa es escribir y otra cosa
es editar. Yo escribí desde siempre, amaba las composiciones de la escuela,
pero -como todos- escribía en libretitas. Alguna vez publiqué algo en algunas
revistas y después el profesorado me limó mucho para el tema de la escritura. Pero
no hice el profesorado para escribir sino para enseñar. Sin embargo fue Laura
Bonaparte, mi psicóloga, la que me dijo que tenía que escribir mis vivencias. María Teresa, vos sos la memoria. Tenés que
editar. No venís más acá si no publicás.
Y ahí empecé a escarbar y a seleccionar”. Es entonces cuando comienzan a ver la
luz sus libros.
Hubo un hondo y ahuecado grito que
nació en el silencio del exilio. Se hizo
voz hace casi veinte años. Desde entonces María Teresa viene regalando su
cosmovisión de compromiso y resistencia usando la noble azada de la metáfora y
con la sola y trabajada semilla de la palabra .
Hace muy pocos días, el 20 de diciembre, la vimos llorar a María
Teresa. Era de emoción. En Asamblea General, los escritores de la Seccional de
SADE de Tres de Febrero la habían elegido como su presidente. El aplauso
cerrado fue el reconocimiento para estos años de incesante y prestigioso
trabajo literario. Pero eran también una nueva entrega al compromiso, a la
responsabilidad y a su vocación de servicio, en momentos en que las aguas
literarias del distrito se encuentran amenazadas por los remolinos de las
apetencias de poder personal y las antiguas gestiones paternalistas.
La luz de las voces se ha instalado de lleno en sus silencios.
Graciela R. Montenegro
Nota de Nelly Quintás
Rosa, de cerca
Aquí
estoy, en la Av. Urquiza al 3.400 ante
el mural recién terminado por sobre el que se asoman algunos carteles frontales
del 105. La pintura aún fresca, se escurre y derrama matices sobre la larga
vereda.
Hace veinte años, en Villa
Parque, vivía una familia sencillamente feliz. Mamá Rosa, papá Antonio y sus
tres hijos, buenos y estudiosos: Maximiliano, Ariel y Germán.
Antonio nació en León, España y llegó a la Argentina a los
diez años con su familia. Se instalaron en Palermo donde tuvieron un hotel
familiar en el que trabajaron todos ellos. Tiene cuatro hermanos, la hermana
más chica nacida en Argentina. Conoció a
Rosa trabajando en el comedor de FIAT SEVEL, ella era camarera, él encargado y
allí nació el amor para toda la vida. Antonio siempre trabajó en gastronomía. Le gustan mucho los animales y jugar al
ajedrez.
Rosa nació en Las Garcitas,
Chaco y llegó a Buenos Aires con sus padres y hermanos: cinco varones y dos
mujeres, todos ansiosos y emocionados con
la expectativa de llegar a la gran
ciudad. Se instalaron en la villa de Retiro. Rosa tenía ocho años cuando
conoció al Padre Carlos Mujica y desde la pequeña estatura de la infancia,
colaboró con él, siguiendo de cerca su incansable tarea en la Villa. Un día, el
Padre Carlos le dijo: Rosita, hoy vestite linda que vamos a tener visitas. ¡y
si la tuvieron! Fue a visitarlos el
General Perón acompañado por Héctor Cámpora. Recuerda con ternura las manos con pecas y la sonrisa afable del
General. Después, a sus 15 años, fue la angustia y la tristeza por no poder
comprender el asesinato del Padre Mujica.
Más adelante, el golpe Militar, y el traslado de la familia al complejo “Ejército de los Andes” y allí continuó la
vida. Pero Rosa no se conformaba con su destino, tenía sueños… Conoció a
Antonio y cuando nació Maxi, pudo mudarse a Villa Parque, en Caseros.
El
mural recuerda una frase de Martin Luther King: “Si supiera que mañana se
desintegraría el mundo yo igual plantaría mi manzano” y representa a muchos,
que siguen luchando contra viento y marea por una respuesta, aunque parezca
lejana.
Los hijos fueron creciendo
sanos y hermosos. Maxi, el mayor, estudió en el Colegio Ruiz de los Llanos en
Devoto, primario y secundario y luego ingresó al Industrial. A los 19 años,
estaba encargado de entrenar a chicos de entre 8 y 12 para participar de los Torneos Bonaerenses en
deporte y lo hacía en el campito del Ferrocarril, espacio verde abierto a la
Comunidad, cercano a su casa.
El sábado 8 de enero de 1999,
Maxi fue como siempre a los entrenamientos, y no regresó. Salieron a buscarlo,
pero fue Rosa, su madre, acompañada por uno de sus hermanitos quien dio
finalmente con él.
El
mural de la Av. Urquiza, un símbolo artístico, cuajado de color e imágenes
homenajea a una parte importante de la Comunidad.
Maxi estaba allí, muerto a
golpes. Un hecho más de la violencia que nos rodeaba y nos sigue rodeando y acosando
cada vez con mayor intensidad. Otra muerte que quedó impune.
Y Rosa, la chica que vivió en
la Villa y que hasta ese momento era una feliz ama de casa y también podóloga,
algo más para aportar a la economía familiar, abocada al cuidado del hogar y de
los hijos, se transformó en otra mujer. Angustia, desolación, impotencia primero,
luego, darse cuenta que no era suficiente. Había que enfrentar la situación y
dar batalla.
Aprendió a recorrer los tribunales, a conocer nuevos vocablos y
adentrarse a un mundo muy oscuro, del
que nunca había tenido noticias y mucho menos pensar que algún día iba a estar
transitando por él.
El
mural es obra de un grupo de jóvenes estudiantes de Artes Visuales de la
Escuela Municipal de Arte y Comunicación junto a sus profesores y también
algunos vecinos del lugar.
Rosa, de tanto peregrinar en
busca de una solución, de una salida, de justicia y verse decepcionada una y
otra vez, lejos de bajar los brazos, la hizo pensar en cuantas personas deberían
estar pasando por esa misma situación.
Al llegar a casa, le dijo a Antonio: “Tenemos
que crear una Asociación” y le fue dando
forma a su idea de armar una entidad legal, que pudiera reunir y ayudar también a otras personas que
buscaban esclarecer hechos similares al
que vivieron ellos. Se dirigió a la oficina de Relaciones Institucionales
buscando información, quería saber qué necesitaba para crear una O.N.G. por
supuesto le dieron toda la información y el apoyo.
Se encontró entonces en un laberinto de libros y planillas, que no
lograron amedrentarla.
Rosa se relacionó con otras personas que se
encontraban en las mismas circunstancias
que ella; ya que el asesinato de alguien,
destruye además todo un entorno familiar,
que a veces no tiene la fuerza y la capacidad
para reaccionar. Ella pensó,
sabiamente, que juntos podrían conseguir sus objetivos y sentirse contenidos
unos en otros cuando se empieza a flaquear por falta de respuestas.
El
mural de la calle Urquiza, después de casi veinte años de la muerte de Maxi,
fue creado para mantener viva su presencia y la de tantas otras víctimas de la
violencia.
Era necesario realizar una
Asamblea para dar forma a la Asociación, y fue convocando a familiares de personas asesinadas en hechos
sin esclarecer, pero necesitaban otros apoyos. Fue a ver a los sacerdotes de
San José Obrero, Nuestra Sra. de la Merced y Santa Teresita, los que se sumaron
a la idea, prometiendo su presencia. Se le ocurrió que teniendo un vecino tan
famoso como Sabato, lo podría involucrar y allá fue. El escritor, conocedor del
caso, la recibió en su casa, la atendió muy bien y le entregó una carta de
apoyo, disculpándose por no poder ofrecerle su presencia física, ya que se
encontraba muy abatido por la reciente muerte de Matilde, su esposa. Siguió y
siguió en su empeño por lograr el objetivo, consiguiendo el espacio para el encuentro: la sede de la Institución
Sarmiento en la avenida La Plata de
Santos Lugares y allí se realizó la primera Asamblea para crear la asociación en abril del 2001, que Rosa pidió
que no se llamara Maxi. Trataron de buscar una sigla que los representara y quedó
AVISE: Asociación Víctimas de la Inseguridad Sin Esclarecer, que preside desde hace 18 años.
AVISE no tiene sede, se reúnen
en casa de la presidenta, que se siente orgullosa de haber creado junto a otras familias esta
entidad apolítica, muy bien conceptuada. Una
gran herramienta a la hora de ser
representados.
Se realizaron varios festivales artísticos a beneficio de
AVISE en grandes espacios como el CEDEM 1 y 2, a los que aportaron su generosa colaboración cantantes, artistas y otras personalidades reconocidas
internacionalmente como Abel Pinto, León Gieco, Peteco Carabajal, Juan
Palomino, Soledad Silveira y Víctor Heredia, padrino de AVISE, entre otros. Se sumaron al
apoyo la Hermana Marta Peloni, Adolfo Pérez Esquivel, Juan Car y tantos más. También
AVISE forma parte de una red con asociaciones similares, intercambiando datos y
tratando de guiar a quien necesita ayuda para lograr su cometido.
Dice
José Ingenieros en “El hombre mediocre”, que la rutina y el conformismo, hacen
a la mediocridad, mientras que tener
ideales, luchar por lo imposible
es lo que hace valioso al hombre, en este caso a la mujer.
Rosa no buscó ser lo que es hoy y lo que
representa para la sociedad, pero supo transformar tanto dolor en fuerza para
luchar en nombre de su hijo y también para ayudar a otros, generosamente.
Entendió que las lágrimas no eran suficiente para recordar a Maxi y se volvió
símbolo de esta utopía de reclamar por la JUSTICIA.
“No
te preocupes por los pasos que das, si no por las huellas que dejas” dice un
inteligente refrán y Rosa García, mamá de Maximiliano González, deja, sin
proponérselo huellas profundas detrás de sí.
Y
así como hay asesinos, seres oscuros, escondidos en las sombras de la
impunidad, hay gente sencilla que puede llegar a ser excepcionalmente valiosa
que apuestan al arte para manifestarse, enriquecer su vida interior y
embellecer su Comunidad, involucrándose además en los problemas sociales.
¡No
todo está perdido!
Los hermanos de Maxi, ya son
hombres. Ariel estudió en el Colegio Militar.
Hoy forma parte de los Cascos Azules y reside en Misiones. Germán, estudia Ciencias Políticas e Historia.
Antonio se jubiló y acompaña el quehacer de su mujer Rosa, que trabaja en la
secretaría de la sede Cultural Caseros, Escuela Municipal de Arte y
Comunicación en donde tuve la oportunidad de conocerla y compartir con ella actividades y una bella
amistad. La mamá de Maxi sigue al frente de AVISE, con la misma fuerza del
primer día.
¡Es
claro que no todo está perdido!
Nelly Quintás
viernes, 5 de octubre de 2018
La primera jornada del Festival Gabo
Un
verdadero festín del periodismo
Por Eduardo
Fabregat
Desde Medellín
Acaba de terminar la charla, las participantes apenas se
levantaron de sus sillas, y una multitud de jóvenes ya está agolpada al borde
del escenario buscando un diálogo, una selfie, algún intercambio. Son en su
mayoría estudiantes de periodismo; son en su mayoría mujeres. Es que lo que
acaba de suceder en el Orquideorama del Jardín Botánico fue especialmente
intenso, uno de los puntos altos de la primera jornada del Festival Gabo: la
mexicana María Elena Salinas, la brasileña Natalia Viana y las colombianas
Jineth Bedoya y Mabel Lara protagonizaron el panel “Ellas, transformadoras del
periodismo”, temática por demás atractiva en estos tiempos, que llenó el
espacio donde se desarrollan varias de las charlas del encuentro impulsado por
la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano y desató más de una ovación.
SALINAS FUE DURANTE TRES DÉCADAS CO—PRESENTADORA Y
CORRESPONSAL DEL NOTICIERO UNIVISIÓN EN ESTADOS UNIDOS, FUE DEFINIDA POR
EL NEW YORK TIMES COMO “LA VOZ DE LA AMÉRICA HISPANA” Y AHORA
SOSTIENE UNA CARRERA INDEPENDIENTE; VIANA FUNDÓ Y CO—DIRIGE LA AGENCIA PÚBLICA
DE PERIODISMO INVESTIGATIVO, LA PRIMERA ORGANIZACIÓN SIN ÁNIMO DE LUCRO DE SU
TIPO EN BRASIL, CONDUCIDA POR MUJERES; SUBEDITORA DE EL TIEMPO,
GANADORA DE VARIOS PREMIOS Y VETERANA DE COBERTURAS EN ZONAS DE GUERRA Y
NARCOTRÁFICO, BEDOYA REVELÓ EN 2009 HABER SIDO VICTIMA DE ABUSO SEXUAL E IMPULSÓ
LA CAMPAÑA “NO ES HORA DE CALLAR”; LARA, QUE OFICIÓ DE MODERADORA DE LA CHARLA,
ES UNA PRESENTADORA Y REPORTERA TELEVISIVA Y RADIAL QUE ES FIGURA INDISCUTIDA
DE LOS MEDIOS EN COLOMBIA. SEMEJANTE CUARTETO DE PROFESIONALES LE DIO SUSTANCIA
A UNA CHARLA QUE FUE MÁS ALLÁ DE LOS TÓPICOS OBVIOS SOBRE LA LUCHA DE LAS
MUJERES POR EL RECONOCIMIENTO Y LA IGUALDAD EN EL OFICIO, PORQUE ALUDIÓ INCLUSO
A ACTITUDES QUE LAS MISMAS MUJERES DEBEN MODIFICAR PARA VENCER LAS BARRERAS DEL
DOMINIO MACHISTA: “ES UN ERROR QUE INTENTEMOS OCUPAR ESPACIOS DE DECISIÓN CON
LAS MISMAS HERRAMIENTAS ABUSIVAS QUE UTILIZARON LOS HOMBRES”, SE DIJO EN UN
MOMENTO DE LA CHARLA, QUE TAMBIÉN RECORRIÓ LA DICTADURA DE LA IMAGEN, LOS
PREJUICIOS, LA MISOGINIA DE DONALD TRUMP Y JAIR BOLSONARO (“LOS POLÍTICOS NOS
AGREDEN PORQUE SE SIENTEN AMENAZADOS POR NOSOTRAS”, DIJO BEDOYA, Y DESATÓ OTRA
OVACIÓN), PERO AL CABO CELEBRÓ LOS INEVITABLES CAMBIOS DE AIRE QUE RECORREN
VARIOS PAÍSES. EL PANEL DE LAS MUJERES FUE UNA DE LAS ÚLTIMAS ESCENAS DE
UNA PRIMERA JORNADA MOVIDA, CARACTERIZADA POR EL TÍPICO DILUVIO PAISA QUE
CAYÓ PASADO EL MEDIODÍA Y SE MANTUVO, POR FORTUNA CON MENOR INTENSIDAD, DURANTE
LA TARDE. HUBO UNA DELICIOSA Y PROFUNDA CHARLA DE LA ESCRITORA GIOCONDA BELLI Y
SU COLEGA SERGIO RAMÍREZ, INVITADOS A ANALIZAR LA TURBULENTA SITUACIÓN BAJO EL
GOBIERNO DE DANIEL ORTEGA EN EL PANEL “NICARAGUA: EL GRITO DE LOS VOLCANES”. EN
EL SALÓN RESTREPO, IGNACIO ESCOLAR DIO DETALLES SOBRE LA EXPERIENCIA DE ELDIARIO.ES,
UN PERIÓDICO DIGITAL SOSTENIDO EXCLUSIVAMENTE POR EL APORTE DE SUS 33 MIL
SUSCRIPTORES. EN EL MISMO ESPACIO, EL DOCUMENTALISTA BRASILEÑO CAIO CAVECHINI
DIALOGÓ CON SU COMPATRIOTA SYLVIA COLOMBO BAJO LA PREMISA DE SI UN DOCUMENTAL
“SE CONCLUYE O SE ABANDONA” ANTES DE PRESENTAR CARTAS PARA UN LADRÓN DE
LIBROS, EL FILM QUE RETRATA A LAÉSSIO RODRIGUES DE OLIVEIRA, EL MAYOR
LADRÓN DE LIBROS RAROS DE SU PAÍS. MIENTRAS TANTO, EL PATIO DE LAS AZALEAS
INVITABA A UNA RECORRIDA POR VARIOS STANDS EDITORIALES, Y REPRESENTANTES
LOCALES DE FACEBOOK OFRECÍAN CHARLAS SOBRE SEGURIDAD EN LAS REDES PARA
PERIODISTAS.
Sí dejó un sabor agridulce “Historias que se resisten a
callar”, el panel que dentro del apartado Obsesiones de Gabo presentaba
a la rusa Masha Gessen y el venezolano Joseph Poliszuk, realizada –-en una
extraña decisión-- en inglés ante un público mayoritariamente hispanohablante.
Cofundador del sitio Armando.info y coordinador del equipo
venezolano de los Panama Papers, Poliszuk se extendió con abundantes datos
sobre las acusaciones de corrupción hacia el gobierno de Maduro, pero ante una
pregunta del público sobre las posibilidades de una fuerza de oposición decidió
no responder señalando que no era un entendido en análisis político y que lo
suyo era el periodismo de investigación, dejando algo azorado a su
interlocutor. Gessen, autora del libro The Man Without a Face: The
Unlikely Rise of Vladimir Putin, ironizó que no le quedaba muy claro si
había debido exiliarse en Estados Unidos por sus incómodas preguntas sobre el
pasado del mandatario ruso o por su militancia queer, y dio un interesante
análisis sobre el material que fue recabando para su biografía: “Mis pedidos de
entrevista fueron rechazados seis veces, y no puedo considerar a algunas de las
fuentes que fui consultando como plenamente confiables, con lo que creo que es
un libro que aún no es conclusivo, no está cerrado”, dijo, para luego contar su
búsqueda de la única ex funcionaria sobreviviente de un oscuro episodio de
corrupción cuando Putin era vicealcalde de San Petersburgo, y a la que terminó
encontrando escondida “literalmente en un bosque, aislada de todo”. Pero
también, en el final de la charla, Gessen cortó una pregunta sobre por qué
nunca había retornado a Rusia con un “No voy a hablar de eso”
incomprensiblemente seco.
Más allá de los encuentros de la tarde, la jornada tuvo un
segmento sustancioso en la mañana, dedicado al “Maratón de las mejores
historias de Iberoamérica” que presentó a los doce finalistas del Premio Gabo
cuyos ganadores se anunciarán en la noche del jueves. La presentación de las
cuatro categorías sivió como prueba de lo difícil que se le presentó la
elección a los jurados, un recorrido intensivo en el que la norma fue el
espíritu colaborativo y la búsqueda de historias originales más allá de la
coyuntura noticiosa. En “Cobertura”, la venezolana Maye Primera presentó De
migrantes a refugiados: el nuevo drama centroamericano, trabajo realizado
por los equipos de Univisión y el portal salvadoreño El Faro, sobre los miles
de personas que en el nuevo siglo huyen hacia México, Belice, Costa Rica y
Estados Unidos; el mexicano Daniel Moreno habló de La estafa maestra,
investigación publicada por Animal Político y Mexicanos contra la Corrupción y
la Impunidad (y replicada por varios medios aztecas) sobre el modo en que el
gobierno de su país usó 128 empresas fantasma para desviar 7.670 millones de
pesos originalmente destinados a los más pobres; la colombiana Ginna Moreno dio
cuenta de Venezuela a la fuga, pormenorizado análisis de la
diáspora venezolana a diversos países americanos publicado en El Tiempo y Efecto
Cocuyo, un trabajo que sigue su curso y que en octubre la traerá a la
Argentina.
En la categoría “Imagen” subió al escenario el único argentino
finalista, el fotógrafo Leonardo Vaca, por las poéticas imágenes registradas
tras un vidrio esmerilado en la marcha Ni Una Menos y publicadas por Revista
Anfibia: “Cuando me dijeron que no había fondos para más fotógrafos que
abarcaran la enormidad de la marcha avisé que entonces iba a hacer lo que
quisiera, y mi editora dijo ‘Música para mis oídos’, y fue buenísimo trabajar
con esa libertad”, dijo Vaca, quien contó que las primeras mujeres a las que
quiso fotografiar con ese recurso se negaron, pero que finalmente consiguió una
serie de tomas de alta potencia artística. El rubro también presentó a la
brasileña Adriana Zehbrauskas, por su trabajo en un hogar de ex trabajadoras
sexuales rescatadas de la calle (“Me llamaron de New York Times,
donde trabajaba, a decirme que me daban fondos para hacer el proyecto que
quisiera: no lo podía creer”, contó), e Isabella Bernal, autora de El
Naya, un notable trabajo sobre los trabajadores de la cadena de producción
de cocaína en el Valle del Cauca, publicado por el medio colombiano ¡Pacifista!
La categoría “Texto” también se presentó reñida, con los
trabajos del peruano Joseph Zárate (Un niño manchado de petróleo,
desgarrador relato de la limpieza de un río de la Amazonia en el que se
derramaron 500 mil litros de petróleo, publicado por la española 5W),
el equipo de La vida de Nos -–Son presos políticos, nosotros también,
sobre la situación en las cárceles de Venezuela— y sobre todo el de Carlos
Martínez. En La revolución de las ovejas, el periodista salvadoreño
se metió a fondo en la “rebelión” de un grupo de pandilleros que se atrevió a
desafiar el poder de los maras en una cárcel convirtiéndose al
evangelismo y renunciando a los códigos vitalicios de la mafia salvadoreña; su
presentación abrió el debate a cuestiones que debió eliminar de la nota a
pedido de algún entrevistado, algo a priori contrario a la ética pero que en
rigor significaba salvarle la vida a algunos de los ex pandilleros en prisión.
“Innovación” hizo honor a su título: la española Mari Luz Peinado presentó el
trabajo multimedia y multiestilístico 28 días: 28 historias para acabar
con los tabúes sobre la regla, publicado en el suplemento Verne del
diario El País; Juan Heilborn habló de Los desterrados del
Chaco, una investigación en equipo sobre el desmonte en Paraguay realizada
íntegramente en forma gráfica para teléfonos móviles y publicada por El
surtidor; Carola Solé le dio curso a Balas perdidas, realizada
por el equipo de AFP sobre el infierno de enfrentamientos armados en Río de
Janeiro tras las galas del Mundial y los Juegos Olímpicos, utilizando el
periodismo de datos para una combinación de textos, fotos, infografías y mapas
interactivos.
Al cabo, una demostración de lo que diría Jaime Abello
Banfi, director de la FNPI, en el cóctel de cierre de la primera jornada, junto
al alcalde de Medellín Federico Gutiérrez: aunque parezca curioso utilizar ese
término para la profesión, el periodismo puede dar material para un festival.
Y, por lo visto hasta ahora en tierra paisa, hasta un festín.
Obsequio poético
Silencio acuoso
Que inunda
Y conquista
Silencio blando
Que aquieta
Y protege
...
Silencioso
Así estoy
gd
gd
jueves, 4 de octubre de 2018
No falten...
El sábado 6 de octubre desde las 10 horas en la
Subsecretaría de Cultura (Valentín Gómez 4726,
Caseros) Gustavo D´Orazio te
invita a la última
clase de la Clínica de No-Ficción.
Se recibirán textos, se leerán los trabajos y se editarán.
Será un encuentro de evaluación de
borradores y de productos terminados.
Luego
se publicarán el blog de Zona de Poetas.
Los textos también pueden ser enviados por correo
electrónico a gustavodorazio@yahoo.com.ar.
Te invitamos a pasar una grata mañana, con
entrada libre y
gratuita.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
-
Del silencio y los muros, a la luz de las voces Un perfil de María Teresa Dri “Al jacarandá me lo poda un señor misionero. No cual...
-
En el marco de la muestra “Hogar, Dulce Hogar", participaré de la lectura de Poemas y de un Conversatorio con la artista plástica Stel...
-
Silencio acuoso Que inunda Y conquista Silencio blando Que aquieta Y protege ... Silencioso Así estoy gd