lunes, 27 de agosto de 2018

Clase del 1-9

Retomaremos los siguientes temas...

Literatura y Periodismo.
Escritura, observación, vivencias. 
Distancia y análisis.
Periodismo Narrativo.

Recursos y herramientas.
Lecturas. Ideas. Propuestas.
Objeto de la Clínica. 
............

Definiremos:

. sobré qué escribir
. cómo investigar y documentar

. a quiénes entrevistar
. boceto de nota
. estrategia y estructura

gd

viernes, 24 de agosto de 2018

Se animan?. Los espero en Castelar


Próxima clase

EL PROXIMO ENCUENTRO DE LA CLINICA 
DE PERIODISMO NARRATIVO 
TENDRA LUGAR EL SABADO 1RO. DE SEPTIEMBRE, 
DE 10 A 12 HORAS, 
EN LA SEDE DE LA SUBSECRETARIA DE CULTURA 
DE TRES DE FEBRERO, 
V. GOMEZ 4726, CASEROS. 

Están invitados, entrada libre...

Cine & Literatura


Una biopic que invitará a leer. El sábado 25 de agosto, a las 16, el cine-debate 

estará a cargo del periodista Gustavo D'Orazio.

“Bombal”, un film chileno de 2012, expone la vida y obra de esta escritora que hizo del melodrama su forma de vivir. Nacida en Chile, en 1910, atrae con textos sugerentes y apasionados, destacándose sus novelas "La última niebla" y "La amortajada". Vivió en la Argentina y conoció a Borges, Bioy, Lorca, Girondo, Mistral y Neruda. Ver “Bombal”, de Marcelo Ferrari, conectará con el sentir amoroso de una época. La cultura, la bohemia; los miedos y deseos de una mujer y la elite del Buenos Aires de los años 40. Como libre biografía, la película dispone de una estética audaz y sinuosos pliegues, que desnudarán dudas y aciertos de una creadora breve, pero notable. El 25, entonces, los esperamos en la Biblioteca Juan B. Alberdi, para descorrer un velo. Un velo que oculta el bello rostro de María Luisa Bombal, como su universo literario: femenino y pasional.
La BIBLIOTECA ALBERDI DE CASEROS ESTA UBICADA EN LA CALLE SARMIENTO  2706. LA ENTRADA A ESTA ACTIVIDAD ES GRATUITA. 


Final sin regreso

Tantos recuerdos, y aquí estoy pensando,
En cada persona y en cada pasado,
Aunque hay pasados que están pisados,
Y momentos enmarcados.

Añoraba  aquella infancia,
Amores y desamores,
Donde todos éramos felices,
Pero de pronto me veo,
En un ataúd acostada.

Mientras todos me ven,
Y yo aquí recordando,
Cada momento y cada pasado.

Temo llegar a la oscuridad,
Y no recordar lo que he vivido,
Momentos hermosos,
Como también nefastos,
Ya que son parte de mí,
De mi pasado.

Ya no puedo tener un futuro,
Todo se derrumbó.
 Basado en el libro ”La Amortajada” de María Luisa Bombal.

martes, 7 de agosto de 2018

De periodismoemac.blogspot.com



DE LUJO


Trapito ingresó, finalmente, a la crónica periodística. Yo, que lo conocía, lo descubrí en la portada del diario. Delgado, joven y siempre atildado. Así se lo destacaba a todo color.
Vestido como para ir a la oficina, cumplía su labor en la esquina del edificio municipal de Tres de Febrero, en pleno centro de Caseros.
Con excelentes modales, Trapito acomodaba autos, evitaba accidentes, hacía de semáforo; colaboraba con el descenso de alguna anciana y hasta abría su paraguas si era necesario.
No escatimaba las atenciones. Vigilaba y resguardaba espacios, ofrecía sus ojos cuando las mujeres no alcanzaban con su mirada el cordón y era capaz de estacionar él mismo, si alguien, poco habilidoso, no lo conseguía.
No era un “trapito” más. No fue un “trapito tramposo”. Sin embargo, supusieron que formaba parte de la  “selecta mafia” amarilla -franelera- de la zona.
La joven Policía, recientemente formada en la Escuela de la avenida Gral. San Martín, no le creyó ni permitió defensa.
Trapito fue desalojado, sin más; como los otros, entre gritos y forcejeos, sin posibilidad de defensa y… menos volver a “su lugar de trabajo”: una mesita rodante, provista de paños, limpiavidrios y un spray con aroma a lavanda, que lo distinguía.
Solo algunos “colegas franeleros” retornaron a las calles. Un puñado de oscuros seres, hábiles en los negocios, los contactos y las chicanas mundanas, de ciudad pequeña.


Decidido, entonces, Carlos (ese su nombre real), se sentó en la esquina y esperó… Esperó y esperó. Todos los transeúntes y automovilistas -amigos de su bondad-,  lo observaron y alentaron.
Reclamaron su presencia -pulcra y responsable-, exigiendo su regreso al puesto de estacionamiento.
Una cuadra, solo una cuadra, era la que Carlitos cuidaba. Sus protegidos lo apoyaron, sin reparos. Hicieron que los medios se ocuparan del caso, prolija y extensamente, desplazando a autoridades y comerciantes indignados.
En contra de la “mafia de los trapitos”, él y los usuarios de autos y motos, se pusieron de acuerdo y lograron el desalojo de los malos de una película conocida por todos y amparada por algunos.
Paño en mano, el muchacho, Carlitos,  agradeció la solidaridad recibida y, con zapatos nuevos, relucientes, recibió en “su cuadra” a quienes confiaban en él.
Un trapito de lujo. Sonriente y bueno. Que los hay, los hay. 

2014 - G. D.
De mi blog de cátedra, cuando di clases en EMAC. 

lunes, 6 de agosto de 2018

Misceláneas



Cine


Lectura




GRACIAS POR PARTICIPAR...
HASTA EL SABADO 1 DE SEPTIEMBRE.

Primera clase

Vertiginoso encuentro. La técnica se ve superada por la pasión. La estructura de una clase tradicional, de un artículo del nuevo/viejo periodismo (narrativo, devenido en no-ficción), asfixiado por el ímpetu de la ruptura, del contagio. 







Viralizar el deseo de cambiar prosa y ritmo, contenido y continente. Adentrarse en un hecho, un tema, un personaje y exprimirse hasta obtener gotas de peculiares matices. 

Y todo para atraer al lector y atraparlo en un prudente juego de verdades y magia. Magia en el decir. Compromiso con la realidad, aunque se dé paso a lo real y a lo construido por los ojos del otro, también; a la mente social y al lenguaje propio, personal. 

Estilo, datos fieles y estética novedosa para contar, narrar, los viejos acontecimientos de esta humanidad desorganizada, que espera ser interpretada y seducida para saber y cuestionarse.  

Hoy se lee de diferentes maneras, en distintos soportes. 

Hacen falta, entonces, recursos y comunicadores que se atrevan a reconquistar audiencias y no subestimarlas. Aquí aparece nuestro rol, nuestra tarea.

viernes, 3 de agosto de 2018


Resúmenes










Ideas


¿Qué hay de nuevo en el "nuevo periodismo"?
En el Festival Gabo, que se realizó recientemente en Medellín, quedó claro que en la búsqueda temática y el foco en la narración puede haber aún un potencial de renovación para el periodismo en la encrucijada digital

16 de octubre de 2016  

MEDELLíN.- "Los millenials sólo quieren fotos, ya no leen libros", se quejaba el periodista mientras posaba, sonriente, junto a un grupo de estudiantes de periodismo. Se equivocaba: acto seguido, las jóvenes sacaron sus libros para que el autor se los autografiara, mientras otro grupo lo esperaba con anotadores y grabadores para llevarse alguna reflexión. Le tomó algo más de media hora satisfacer las necesidades de sus fans.
La anécdota sintetiza bastante bien el clima que se vivió durante las tres jornadas del Festival García Márquez de Periodismo -entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre-, organizado por la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano en la ciudad colombiana de Medellín. El nuevo periodismo, o periodismo narrativo, goza de muy buena salud, a juzgar por el entusiasmo e interés que generaron en el público las actividades pautadas durante tres intensas jornadas, básicamente ligadas a ese género.
En el marco del festival también se otorgó el premio García Márquez de Periodismo en los rubros Texto, Imagen, Cobertura e Innovación. De acuerdo con los directivos de la FNPI, la nómina de concursantes se amplía año a año. "La creciente cifra de concursantes es una clara señal de la vigencia del nuevo periodismo. Los temas abordados así como también el público que se hizo presente son una señal sumamente alentadora", reconoció Jaime Abello Banfi, director de la Fundación.
Pero ¿qué hay de nuevo en el nuevo periodismo? Con varias décadas de historia -es decir que ya no es tan nuevo-, se trata, sin embargo, de una corriente que inspira y sigue gozando de un notable poder de convocatoria entre quienes prefieren responder los qué, quién, cómo, dónde, cuándo y por qué de un hecho, valiéndose de recursos propios de la literatura. De eso se trata el periodismo narrativo o nuevo periodismo: narrar un hecho noticioso o de actualidad, o recuperar personajes e historias que el periodismo más urgente pasa de largo, pero cambiando las prácticas y la escritura periodística tradicionales. Se trata de encarar un trabajo de campo intenso y personal, andando y desandando todos los caminos, hasta volver este trabajo de campo parte de la historia. Y estructurarla y narrarla con una escritura más libre de las ataduras del texto periodístico clásico, para apuntar al virtuosismo propio de un cuento o una novela. Narrar en tiempos de clics y tuits, ése es también su desafío.
Resistir narrando
"El nuevo periodismo es viejo, pero el periodismo viejo es quizá lo más moderno que podemos hacer en estos tiempos de culto desenfrenado a lo tecnológico. En estos tiempos, cuando todo el mundo anda tan preocupado por nuevas plataformas tecnológicas y por nuevos formatos y por lo que dicen los famosos en las redes sociales, lo verdaderamente revolucionario es que el reportero vuelva a la calle, que se quede a dormir en la casa ubicada en la ladera frágil, que vuelva a remontar ríos y a atravesar selvas, que se preocupe otra vez por saber cómo es la gente de carne y hueso, que tenga una curiosidad genuina que vaya más allá de comportarse todo el tiempo como uncommunity manager", reflexiona el periodista colombiano Alberto Salcedo Ramos, ganador de los premios Rey de España y José Ortega y Gasset, y referente indiscutido del periodismo narrativo en Iberoamérica.
Basta observar la gran cantidad de medios independientes consagrados a la crónica, así como la nutrida agenda de encuentros, talleres y actividades formativas en torno de ella a lo largo del continente, para concluir que el nuevo periodismo no pierde su lozanía aún en este presente bisagra para el periodismo en general.
Organizaciones como la FNPI en Colombia o la Fundación Tomás Eloy Martínez en nuestro país son apenas dos ejemplos de entidades comprometidas con la enseñanza y difusión del género que, en América Latina, tuvo a escritores de la talla de Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Tomás Eloy Martínez o Elena Poniatowska -por citar apenas algunos casos- como principales referentes. Un género que goza de amplia difusión en revistas como Anfibia (Argentina), Etiqueta Negra (Perú), Gatopardo(México) o Piauí (Brasil) pero que no logra hacer pie en los medios tradicionales.
El director editorial de la cadena de televisión ARTE France, Bruno Patiño, reconoce que en el rubro se viven tiempos de cambio. "En las universidades y escuelas de periodismo ya no se enseña tanto cómo obtener un empleo sino cómo ser capaz de crear el propio empleo. Las conductas a la hora de informarse han cambiado radicalmente y el periodismo debe adaptarse a la nueva realidad. El periodismo emprendedor, el periodismo móvil y el periodismo de proyecto se perfilan como algunas de las prácticas que tendrán mayor auge en los próximos tiempos", reconoció Patiño, ex decano de la Escuela de Periodismo de Sciences-Po, una de las más innovadoras del ámbito internacional.
Pero en lo que a nuevo periodismo se refiere, los principales portavoces de la FNPI están convencidos de que los nuevos formatos y lenguajes aportarán nuevas posibilidades narrativas. "Estamos comprometidos con las nuevas tecnologías pero más con la narración. Hay un compromiso consciente con lo que sea narrar porque los latinoamericanos lo narramos todo, hasta lo más trivial", reconoce el periodista puertorriqueño Héctor Feliciano, miembro del Consejo Rector de la Fundación, quien, a la hora de pensar en los desafíos que atraviesa el género, pone el acento en los temas.
"Los temas de pobreza o violencia solían ser los más escogidos a la hora de narrar, pero yo creo que fue una manera de hacer catarsis, de limpiarnos de todo lo malo que padecimos en la región. Lo que gusta ahora es ver la diversidad temática y aspiramos a narrar historias que puedan entenderse en todo el mundo", agrega Feliciano.
Con él coincide Salcedo Ramos. "Me parece necesario ampliar la agenda. Ir más allá de la nota sobre la villa miseria o sobre la tragedia del menesteroso de turno. Hay temas del poder que nos afectan y de los cuales sólo se ocupa el periodismo de denuncia", reconoce el periodista, quien se muestra convencido de que al periodismo narrativo le resta mucho por hacer.
"Es hora de meter la lupa bajo las alfombras de nuestros líderes -considera- y de explorar ciertos temas duros como la minería ilegal, tan dañina en nuestros países."