Un
verdadero festín del periodismo
Por Eduardo
Fabregat
Desde Medellín
Acaba de terminar la charla, las participantes apenas se
levantaron de sus sillas, y una multitud de jóvenes ya está agolpada al borde
del escenario buscando un diálogo, una selfie, algún intercambio. Son en su
mayoría estudiantes de periodismo; son en su mayoría mujeres. Es que lo que
acaba de suceder en el Orquideorama del Jardín Botánico fue especialmente
intenso, uno de los puntos altos de la primera jornada del Festival Gabo: la
mexicana María Elena Salinas, la brasileña Natalia Viana y las colombianas
Jineth Bedoya y Mabel Lara protagonizaron el panel “Ellas, transformadoras del
periodismo”, temática por demás atractiva en estos tiempos, que llenó el
espacio donde se desarrollan varias de las charlas del encuentro impulsado por
la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano y desató más de una ovación.
SALINAS FUE DURANTE TRES DÉCADAS CO—PRESENTADORA Y
CORRESPONSAL DEL NOTICIERO UNIVISIÓN EN ESTADOS UNIDOS, FUE DEFINIDA POR
EL NEW YORK TIMES COMO “LA VOZ DE LA AMÉRICA HISPANA” Y AHORA
SOSTIENE UNA CARRERA INDEPENDIENTE; VIANA FUNDÓ Y CO—DIRIGE LA AGENCIA PÚBLICA
DE PERIODISMO INVESTIGATIVO, LA PRIMERA ORGANIZACIÓN SIN ÁNIMO DE LUCRO DE SU
TIPO EN BRASIL, CONDUCIDA POR MUJERES; SUBEDITORA DE EL TIEMPO,
GANADORA DE VARIOS PREMIOS Y VETERANA DE COBERTURAS EN ZONAS DE GUERRA Y
NARCOTRÁFICO, BEDOYA REVELÓ EN 2009 HABER SIDO VICTIMA DE ABUSO SEXUAL E IMPULSÓ
LA CAMPAÑA “NO ES HORA DE CALLAR”; LARA, QUE OFICIÓ DE MODERADORA DE LA CHARLA,
ES UNA PRESENTADORA Y REPORTERA TELEVISIVA Y RADIAL QUE ES FIGURA INDISCUTIDA
DE LOS MEDIOS EN COLOMBIA. SEMEJANTE CUARTETO DE PROFESIONALES LE DIO SUSTANCIA
A UNA CHARLA QUE FUE MÁS ALLÁ DE LOS TÓPICOS OBVIOS SOBRE LA LUCHA DE LAS
MUJERES POR EL RECONOCIMIENTO Y LA IGUALDAD EN EL OFICIO, PORQUE ALUDIÓ INCLUSO
A ACTITUDES QUE LAS MISMAS MUJERES DEBEN MODIFICAR PARA VENCER LAS BARRERAS DEL
DOMINIO MACHISTA: “ES UN ERROR QUE INTENTEMOS OCUPAR ESPACIOS DE DECISIÓN CON
LAS MISMAS HERRAMIENTAS ABUSIVAS QUE UTILIZARON LOS HOMBRES”, SE DIJO EN UN
MOMENTO DE LA CHARLA, QUE TAMBIÉN RECORRIÓ LA DICTADURA DE LA IMAGEN, LOS
PREJUICIOS, LA MISOGINIA DE DONALD TRUMP Y JAIR BOLSONARO (“LOS POLÍTICOS NOS
AGREDEN PORQUE SE SIENTEN AMENAZADOS POR NOSOTRAS”, DIJO BEDOYA, Y DESATÓ OTRA
OVACIÓN), PERO AL CABO CELEBRÓ LOS INEVITABLES CAMBIOS DE AIRE QUE RECORREN
VARIOS PAÍSES. EL PANEL DE LAS MUJERES FUE UNA DE LAS ÚLTIMAS ESCENAS DE
UNA PRIMERA JORNADA MOVIDA, CARACTERIZADA POR EL TÍPICO DILUVIO PAISA QUE
CAYÓ PASADO EL MEDIODÍA Y SE MANTUVO, POR FORTUNA CON MENOR INTENSIDAD, DURANTE
LA TARDE. HUBO UNA DELICIOSA Y PROFUNDA CHARLA DE LA ESCRITORA GIOCONDA BELLI Y
SU COLEGA SERGIO RAMÍREZ, INVITADOS A ANALIZAR LA TURBULENTA SITUACIÓN BAJO EL
GOBIERNO DE DANIEL ORTEGA EN EL PANEL “NICARAGUA: EL GRITO DE LOS VOLCANES”. EN
EL SALÓN RESTREPO, IGNACIO ESCOLAR DIO DETALLES SOBRE LA EXPERIENCIA DE ELDIARIO.ES,
UN PERIÓDICO DIGITAL SOSTENIDO EXCLUSIVAMENTE POR EL APORTE DE SUS 33 MIL
SUSCRIPTORES. EN EL MISMO ESPACIO, EL DOCUMENTALISTA BRASILEÑO CAIO CAVECHINI
DIALOGÓ CON SU COMPATRIOTA SYLVIA COLOMBO BAJO LA PREMISA DE SI UN DOCUMENTAL
“SE CONCLUYE O SE ABANDONA” ANTES DE PRESENTAR CARTAS PARA UN LADRÓN DE
LIBROS, EL FILM QUE RETRATA A LAÉSSIO RODRIGUES DE OLIVEIRA, EL MAYOR
LADRÓN DE LIBROS RAROS DE SU PAÍS. MIENTRAS TANTO, EL PATIO DE LAS AZALEAS
INVITABA A UNA RECORRIDA POR VARIOS STANDS EDITORIALES, Y REPRESENTANTES
LOCALES DE FACEBOOK OFRECÍAN CHARLAS SOBRE SEGURIDAD EN LAS REDES PARA
PERIODISTAS.
Sí dejó un sabor agridulce “Historias que se resisten a
callar”, el panel que dentro del apartado Obsesiones de Gabo presentaba
a la rusa Masha Gessen y el venezolano Joseph Poliszuk, realizada –-en una
extraña decisión-- en inglés ante un público mayoritariamente hispanohablante.
Cofundador del sitio Armando.info y coordinador del equipo
venezolano de los Panama Papers, Poliszuk se extendió con abundantes datos
sobre las acusaciones de corrupción hacia el gobierno de Maduro, pero ante una
pregunta del público sobre las posibilidades de una fuerza de oposición decidió
no responder señalando que no era un entendido en análisis político y que lo
suyo era el periodismo de investigación, dejando algo azorado a su
interlocutor. Gessen, autora del libro The Man Without a Face: The
Unlikely Rise of Vladimir Putin, ironizó que no le quedaba muy claro si
había debido exiliarse en Estados Unidos por sus incómodas preguntas sobre el
pasado del mandatario ruso o por su militancia queer, y dio un interesante
análisis sobre el material que fue recabando para su biografía: “Mis pedidos de
entrevista fueron rechazados seis veces, y no puedo considerar a algunas de las
fuentes que fui consultando como plenamente confiables, con lo que creo que es
un libro que aún no es conclusivo, no está cerrado”, dijo, para luego contar su
búsqueda de la única ex funcionaria sobreviviente de un oscuro episodio de
corrupción cuando Putin era vicealcalde de San Petersburgo, y a la que terminó
encontrando escondida “literalmente en un bosque, aislada de todo”. Pero
también, en el final de la charla, Gessen cortó una pregunta sobre por qué
nunca había retornado a Rusia con un “No voy a hablar de eso”
incomprensiblemente seco.
Más allá de los encuentros de la tarde, la jornada tuvo un
segmento sustancioso en la mañana, dedicado al “Maratón de las mejores
historias de Iberoamérica” que presentó a los doce finalistas del Premio Gabo
cuyos ganadores se anunciarán en la noche del jueves. La presentación de las
cuatro categorías sivió como prueba de lo difícil que se le presentó la
elección a los jurados, un recorrido intensivo en el que la norma fue el
espíritu colaborativo y la búsqueda de historias originales más allá de la
coyuntura noticiosa. En “Cobertura”, la venezolana Maye Primera presentó De
migrantes a refugiados: el nuevo drama centroamericano, trabajo realizado
por los equipos de Univisión y el portal salvadoreño El Faro, sobre los miles
de personas que en el nuevo siglo huyen hacia México, Belice, Costa Rica y
Estados Unidos; el mexicano Daniel Moreno habló de La estafa maestra,
investigación publicada por Animal Político y Mexicanos contra la Corrupción y
la Impunidad (y replicada por varios medios aztecas) sobre el modo en que el
gobierno de su país usó 128 empresas fantasma para desviar 7.670 millones de
pesos originalmente destinados a los más pobres; la colombiana Ginna Moreno dio
cuenta de Venezuela a la fuga, pormenorizado análisis de la
diáspora venezolana a diversos países americanos publicado en El Tiempo y Efecto
Cocuyo, un trabajo que sigue su curso y que en octubre la traerá a la
Argentina.
En la categoría “Imagen” subió al escenario el único argentino
finalista, el fotógrafo Leonardo Vaca, por las poéticas imágenes registradas
tras un vidrio esmerilado en la marcha Ni Una Menos y publicadas por Revista
Anfibia: “Cuando me dijeron que no había fondos para más fotógrafos que
abarcaran la enormidad de la marcha avisé que entonces iba a hacer lo que
quisiera, y mi editora dijo ‘Música para mis oídos’, y fue buenísimo trabajar
con esa libertad”, dijo Vaca, quien contó que las primeras mujeres a las que
quiso fotografiar con ese recurso se negaron, pero que finalmente consiguió una
serie de tomas de alta potencia artística. El rubro también presentó a la
brasileña Adriana Zehbrauskas, por su trabajo en un hogar de ex trabajadoras
sexuales rescatadas de la calle (“Me llamaron de New York Times,
donde trabajaba, a decirme que me daban fondos para hacer el proyecto que
quisiera: no lo podía creer”, contó), e Isabella Bernal, autora de El
Naya, un notable trabajo sobre los trabajadores de la cadena de producción
de cocaína en el Valle del Cauca, publicado por el medio colombiano ¡Pacifista!
La categoría “Texto” también se presentó reñida, con los
trabajos del peruano Joseph Zárate (Un niño manchado de petróleo,
desgarrador relato de la limpieza de un río de la Amazonia en el que se
derramaron 500 mil litros de petróleo, publicado por la española 5W),
el equipo de La vida de Nos -–Son presos políticos, nosotros también,
sobre la situación en las cárceles de Venezuela— y sobre todo el de Carlos
Martínez. En La revolución de las ovejas, el periodista salvadoreño
se metió a fondo en la “rebelión” de un grupo de pandilleros que se atrevió a
desafiar el poder de los maras en una cárcel convirtiéndose al
evangelismo y renunciando a los códigos vitalicios de la mafia salvadoreña; su
presentación abrió el debate a cuestiones que debió eliminar de la nota a
pedido de algún entrevistado, algo a priori contrario a la ética pero que en
rigor significaba salvarle la vida a algunos de los ex pandilleros en prisión.
“Innovación” hizo honor a su título: la española Mari Luz Peinado presentó el
trabajo multimedia y multiestilístico 28 días: 28 historias para acabar
con los tabúes sobre la regla, publicado en el suplemento Verne del
diario El País; Juan Heilborn habló de Los desterrados del
Chaco, una investigación en equipo sobre el desmonte en Paraguay realizada
íntegramente en forma gráfica para teléfonos móviles y publicada por El
surtidor; Carola Solé le dio curso a Balas perdidas, realizada
por el equipo de AFP sobre el infierno de enfrentamientos armados en Río de
Janeiro tras las galas del Mundial y los Juegos Olímpicos, utilizando el
periodismo de datos para una combinación de textos, fotos, infografías y mapas
interactivos.
Al cabo, una demostración de lo que diría Jaime Abello
Banfi, director de la FNPI, en el cóctel de cierre de la primera jornada, junto
al alcalde de Medellín Federico Gutiérrez: aunque parezca curioso utilizar ese
término para la profesión, el periodismo puede dar material para un festival.
Y, por lo visto hasta ahora en tierra paisa, hasta un festín.
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