martes, 31 de julio de 2018

Aporte



Una de las más notorias referencias en la no-ficción, es la referencia a lo real: por ello algunos críticos piensan al género como perteneciente a la escuela realista. Estas posturas confunden testimonio con reflejo de realidad. Sin embargo, en vez de recuperar el testimonio tradicional del realismo, el relato de no-ficción se opone a él. El fenómeno de no-ficción surge como una respuesta a las formas realistas, expresada en la frase "la realidad ya no es realista".

Surge en momentos de grandes cambios sociales y literarios, en períodos de conmoción como los de 1960, con una presión de lo real de la que no podían hacerse cargo formas ya desgastadas como el realismo.

El género de no-ficción propone una escritura que excluye lo ficticio y trabaja con material documental sin ser por eso realista, pone el acento en el montaje y el modo de organización del material, rechaza el concepto de verosimilitud como ilusión de realidad, como intento de hacer creer que el texto se conforma a lo real y puede reflejar fielmente los hechos. Entre la noticia periodística y la escritura del relato, se encuentra la reproducción mecánica, es decir, los medios técnicos. Ha cambiado la categoría de reproducción: de la noción de reflejo realista se ha desplazado a las técnicas.

Si los relatos se presentan como un espacio en que entran en contacto diversos códigos, en ese encuentro exhiben su construcción y sus normas: sus referencias son entonces múltiples, no sólo se trata de la referencia a lo real, sino también a la literatura, sus códigos, sus géneros, al periodismo.

Otra de las oposiciones que surgieron para caracterizar al género es el de ficción-realidad, relacionando ficción con imaginación (o mentira) y confundiendo realidad con lo real. Sin embargo es necesario distinguir lo real (los hechos) de la realidad que es ya una construcción. No hay una realidad, sino múltiples realidades construidas socialmente que dependen para su constitución de numerosos factores.Así, en la década de 1960, en los Estados Unidos, se creó una nueva forma de periodismo, un periodismo literario llamado Nuevo Periodismo.

Dice Tom Wolfe, periodista y escritor estadounidense, uno de los representantes más influyentes del nuevo periodismo: “Lo que me interesó no fue solo el descubrimiento de que era posible escribir artículos muy fieles a la realidad empleando técnicas de la literatura y el cuento, sino descubrir que en un artículo periodístico se podía recurrir a cualquier artificio literario, desde los tradicionales diálogos, hasta el monólogo interior, para provocar al lector de forma a la vez intelectual y emotiva".


 
La literatura de no-ficción (o Nuevo periodismo) tiene de trabajo periodístico la forma de operar de la llamada investigación: el periodista que investiga no se limita a recibir un cable proveniente de una agencia informativa y reescribirlo. Por el contrario, luego de enterarse de los hechos, abandona el edificio del diario, recorre las calles, llega al lugar de los acontecimientos y permanece en él, observando el ambiente, los detalles mínimos, a los participantes protagonistas o secundarios, persevera hasta dar con la persona de las que va a ocuparse o hasta ser recibido por ellas, se queda semanas enteras a su lado, capta su gestualidad, el entorno de sus voces, su pasado…y solo entonces escribe.


Los procedimientos literarios del nuevo periodismo:

·      Se utiliza el narrador testigo. En este recurso el narrador desaparece, dejando hablar al protagonista del texto, presentando al lector cada escena a través de la mirada del personaje, mostrando sus particularidades y sensaciones.
·                        Se ahonda en la psicología de los personajes o en su biografía.
·                       Se construye la historia escena por escena y a veces, saltando de una a otra y recurriendo lo menos posible a la narración cronológica. Puede presentarse cada escena a través de los ojos de un personaje particular, para dar la sensación de estar metido en su piel y de experimentar la realidad emotiva tal como él la ha experimentado.
·      Diálogo realista: Reproduce textualmente las palabras del personaje, con sus interjecciones, redundancias, entonaciones y modismos de lenguaje, con el fin de retratarlo mejor. Se contemplan aspectos vinculados a su entorno más cercano: miradas, hábitos, gestos, formas de vestir, comer, comportamiento y modos de interacción.

·                      Metaperiodismo: El nuevo periodismo habla con frecuencia de su propia elaboración, con el fin de disipar las dudas acerca de la veracidad o credibilidad de lo narrado.
·  Cambia la forma de recolectar y elaborar la información: se incorporan escenas dramáticas, diálogos, gestos, expresiones, detalles del ambiente. Se incluyen citas, testimonios, informes, canciones, refranes.
·       Rompe con la idea de la neutralidad.· Recreación del “clima” en el que ocurren los hechos.

      El nuevo periodismo se convirtió en una actitud, una postura ante el trabajo de informar. Por primera vez, se pretendió mostrar en la prensa algo que hasta entonces sólo se encontraba en las novelas o cuentos: historia más emoción. 

     Un artículo se podía transformar en cuento fácilmente, o un reportaje tener una dimensión estética y novelada. Pero, sobre todo, era un periodismo involucrado, inteligente, emotivo y personal.

Publicado  en
2015 por Prof. Gandini

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